Tras años de abandono, la Alcaldía de La Paz inicia labores de remozamiento en la Plaza Murillo, mostrando la afinidad de Arias con el nuevo gobierno y la ciudad engalanada.
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La Plaza Murillo, corazón político de Bolivia, vuelve a recibir atención luego de años de descuido. El espacio, escenario de la actividad legislativa y de ceremonias oficiales, había permanecido durante el último periodo bajo un mantenimiento irregular, con jardines descuidados, luminarias deterioradas y monumentos que mostraban signos visibles de abandono.
Con la cercanía de la transmisión de mando presidencial, prevista para el sábado 8 de noviembre, la Alcaldía de La Paz emprendió un operativo integral de recuperación y embellecimiento. Entre las tareas ejecutadas destacan la poda de árboles, la reposición de flores, la limpieza profunda de pisos y monumentos, así como la renovación de luminarias y basureros.
“Estamos trabajando para que La Paz reciba la transmisión de mando en condiciones óptimas”, declaró el alcalde Iván Arias, destacando que la intervención busca proyectar la ciudad hacia el mundo. Sin embargo, cuando se le consultó sobre el prolongado abandono de la Plaza Murillo, Arias evitó referirse al tema, limitándose a resaltar la preparación para el nuevo acto oficial.
El alcalde enfatizó que la ciudad se engalana para recibir un nuevo ciclo político con “mucha ilusión y esperanza”. En sus declaraciones se percibe un claro respaldo al próximo gobierno, dejando de lado el análisis sobre la gestión anterior y los descuidos acumulados. “Tenemos la suerte, los paceños, de que la transmisión de mando será acá, en la ciudad de La Paz. Hemos coordinado con la Ceremonial del Estado para la parte protocolar, mientras nosotros nos ocupamos de embellecer la Plaza Murillo”, subrayó Arias.
La recuperación de la plaza incluye también acciones simbólicas en otros puntos de la ciudad. El Mirador La Paz será iluminado con la palabra “Paz” en color blanco durante la noche del sábado y domingo, en homenaje al presidente entrante y como gesto de reconciliación, según explicó el alcalde. Esta acción refuerza la percepción de cercanía del burgomaestre con el nuevo gobierno, al tiempo que evita mencionar directamente al gobierno saliente.
Vecinos y visitantes que transitan por el centro de La Paz han notado el cambio. “Se ve más limpio y cuidado, aunque uno recuerda que estuvo bastante olvidado por años”, comentó un comerciante cercano a la plaza. Para muchos, estas labores no solo representan una preparación para el acto protocolar, sino también un recordatorio del abandono que sufrió uno de los espacios más emblemáticos de la ciudad.