En conferencia de prensa realizada esta mañana, el ministro de Trabajo, Víctor Quispe, anunció oficialmente que el feriado nacional por el Día de los Difuntos, que este año cae en domingo 2 de noviembre, será trasladado al lunes 3 de noviembre. La medida fue establecida mediante decreto supremo y busca facilitar el disfrute familiar, fortalecer las tradiciones ancestrales y fomentar el turismo interno.
“El Día de los Difuntos es una fiesta, un recordatorio de recibimiento de quienes han partido este mundo. Por muchas décadas, los bolivianos hemos sabido respetar estas creencias, y creemos que deben ser transmitidas a las futuras generaciones”, expresó el ministro Quispe, destacando la importancia cultural de esta fecha.
La decisión responde a la expectativa ciudadana ante la posibilidad de contar con un día adicional para compartir en familia y participar en las actividades tradicionales de recibimiento y despedida de las almas. El ministro enfatizó que esta revalorización de las costumbres bolivianas también representa una respuesta frente a influencias externas que, según señaló, “quieren socavar lo que nosotros siempre hemos tenido”.
Respecto a la demora en el anuncio, Quispe reconoció que la población ya asumía el traslado del feriado, pero aclaró que el decreto anterior establecía el 2 de noviembre como inamovible, lo que generó incertidumbre. “Mil disculpas a la población si nos hemos tardado un poco, pero había que analizar la situación”, afirmó.
El viceministro de Turismo también respaldó la medida, señalando que el traslado del feriado permitirá dinamizar la economía mediante el incremento de viajes y actividades turísticas durante el fin de semana largo.
Con esta disposición, el gobierno busca garantizar que las familias bolivianas puedan celebrar esta fecha con tranquilidad, reforzando el valor de las tradiciones y promoviendo el movimiento económico en distintas regiones del país.
