Mahmoud Elalwani
Embajador del Estado de Palestina en Bolivia
A pesar de la entrada en vigor del acuerdo de alto al fuego en Gaza tras una tregua acordada que podría ayudar a curar las heridas del pueblo palestino afectado por esta guerra que ha durado más de 470 días, parece que la ocupación israelí se ha desplazado hacia Cisjordania para encender una guerra en la tierra de Palestina y no permitir que la población viva en calma. A medida que la ocupación intensifica su invasión de Cisjordania, aumenta el miedo de la población local a una escalada y al impacto devastador que pueda tener en su localidad; temen que la ocupación convierta a Cisjordania en una segunda Gaza. Esta preocupación y temor son reales a la vista de los acontecimientos, el ejército israelí está asediando a la gente y demoliendo sus hogares, están incendiando el ambiente, matando a viejos y jóvenes con el objetivo de tratar de allanar el camino para la expansión de los asentamientos dentro de Cisjordania.
La actual operación militar en Cisjordania se suma a un escenario ya complejo. Cisjordania está experimentando tensiones crecientes por parte de los colonos israelíes contra la población palestina. A medida que continúan las invasiones y detenciones, aumenta el riesgo de una explosión de la situación en la región y la escalada de la tensión podría ser una medida contraproducente. El aumento de las operaciones militares lleva asociado que se impongan nuevas restricciones a la vida pública, a los mercados y a las tiendas, el corte del suministro eléctrico a los barrios, la destrucción de carreteras, el cierre de las entradas de los hospitales con barreras de tierra y el desplazamiento de los residentes a zonas más seguras, escenas que reflejan la magnitud de la catástrofe humanitaria que está experimentando el pueblo de las localidades en Cisjordania.
Al mismo tiempo, el gobierno de ocupación ha continuado agrediendo a nuestro pueblo palestino. El último ataque fue perpetrado por los colonos terroristas bajo la protección del ejército de ocupación en las aldeas de la gobernación de Qalqilya, Tulkarem y Yenin, colocando muchas barreras militares y puertas de hierro en las entradas de ciudades y aldeas con el objetivo de desmembrar a la población de Cisjordania. Esta agresión se encuadra dentro de un plan israelí, forma parte de la preparación para anexarse grandes áreas de Cisjordania y tomar una serie de medidas progresivas que incluyen aislar ciudades mediante la construcción de barreras, endurecer las restricciones a los ciudadanos e imponer un asedio integral.
Parece que la estrategia actual de Israel en Palestina después de haber destruido completamente Gaza y de haberla convertido en escombros, ha dado un giro hacia Cisjordania convirtiéndola quizás en una segunda zona de conflicto. Lo que actualmente está sucediendo en Cisjordania, no es más que un nuevo capítulo de la tragedia del pueblo palestino. Si bien los palestinos pagan el precio con sus vidas y sus sueños, cabe preguntarse ¿Hasta cuándo continuará este círculo vicioso de guerras y desplazamientos? Cisjordania es el castillo que no debe caer, no puede correr el riesgo de ser derrumbado y provocar otra catástrofe.
Decisiones como la cancelación de las sanciones a los colonos que incluían una cláusula que requería el congelamiento de todas sus propiedades en los Estados Unidos y la prohibición de realizar negocios comerciales a unos 60.000 colonos israelíes con ciudadanía estadounidense involucrados en actos de violencia en Cisjordania, así como la de mantener la ayuda militar a Israel, no ayudan a buscar soluciones pacíficas sino todo lo contrario, se envía un mensaje erróneo a los colonos para que continúen sus actos violentos contra la población civil en Palestina ocupada.
El secretario general de las Naciones Unidas, Antonio Gutierrez, dijo el pasado lunes que estaba preocupado por la “amenaza existencial a la unidad y la interdependencia” en Gaza y Cisjordania, y señaló que altos funcionarios de Israel estaban hablando públicamente sobre la anexión de Cisjordania. Gutierrez señaló que la Autoridad Palestina está lista para asumir sus deberes en la Franja de Gaza y añadió que Oriente Medio está siendo remodelado, pero que los resultados “no están claros”.
Francesca Albánese, la relatora especial de la ONU sobre la situación de los derechos humanos en los territorios palestinos, expresó sus temores de que se repita el genocidio que Gaza ha presenciado a lo largo de más de 15 meses. Así mismo, comentó que la agresión lanzada por las fuerzas de ocupación sionistas contra la ciudad de Jenin y su campamento en Cisjordania ha dejado al menos 12 asesinados, entre ellos un niño y más de 40 heridos y, advirtió que en los próximos días la ocupación sionista pretende llevar a cabo un nuevo capítulo sangriento para exterminar a los palestinos de Cisjordania, de forma similar al genocidio que cometió en la Franja de Gaza.
El pueblo palestino tiene el derecho a obtener un Estado dentro del marco de las decisiones legítimas internacionales que reconocieron un Estado palestino dentro de las fronteras del 4 de junio de 1967. Esperamos que el mundo, después de lo que está pasando en Gaza, esté convencido de que debe haber una solución política justa a la cuestión palestina y debe tomar la iniciativa de proponer soluciones políticas que buscan el fin del conflicto para que todos los pueblos de la región vivan en paz y con seguridad. El pueblo palestino luchará contra cualquier proyecto destinado a desplazar a su gente de la Franja de Gaza, “lo cual constituye una transgresión de las líneas rojas contra lo que se ha advertido repetidamente”. Nuestro pueblo palestino no abandonará su tierra ni sus santos lugares, no se puede permitir que se repitan las calamidades que sufrió nuestro pueblo en 1948 y 1967; nuestro pueblo resistirá y no va abandonar su patria. Por tanto, la solución ideal es alcanzar un acuerdo que devuelva a las futuras generaciones la esperanza de una nueva realidad que acabe con las dolorosas imágenes de guerra, destrucción y muerte, sustituyéndolas por imágenes de paz justa basada en el derecho internacional y en la justicia.
El pueblo palestino está luchando por una paz justa y global que garantice la seguridad para todos, por eso le pedimos al Consejo de Seguridad que conceda al Estado de Palestina su membresía plena en las Naciones Unidas para hacer frente a la agresión contra Cisjordania; es necesario ampliar el alcance de la acción política, diplomática y jurídica a nivel internacional con los países y las organizaciones humanitarias y de derechos humanos competentes, así como con los componentes de la comunidad internacional y de las Naciones Unidas, para poder exponer los crímenes de la ocupación y de sus colonos y movilizar un frente de presión internacional más amplio para obligar al gobierno de ocupación israelí a detener sus ataques y poner fin a su ocupación de la tierra Palestina. Es necesaria la celebración de una conferencia internacional de paz basada en las resoluciones del Consejo de Seguridad de las NN.UU.