Los agricultores de la región, que dependen de la quema controlada de pastizales para renovar los suelos y preparar la tierra para la siembra, consideran que estas normativas limitan gravemente sus actividades productivas.
Las federaciones campesinas FECAR, FEPAY y FEMAY iniciaron este martes 24 de septiembre un bloqueo de caminos en los puntos estratégicos de San Borja, Yucumo y Rurrenabaque, en el departamento del Beni.
La medida de presión fue decidida en un ampliado de emergencia celebrado en la central de Villa Ingavi. Los bloqueadores exigen la abrogación de los decretos supremos 5203 y 5225, los cuales prohíben la quema de pastizales y restringen la expansión agrícola en la región.
Néstor Ortega Humana, dirigente de la movilización, explicó que la demanda surge debido al impacto de estas normativas en la producción agrícola.
«Hace 10 días pedimos que las autoridades nacionales lleguen hasta Yucumo para dialogar y conversar sobre los dos decretos que nos están afectando en el inicio de la siembra en esta región», declaró Ortega.
¿QUÉ ESTIPULAN LOS DECRETOS 5203 Y 5225?
El Decreto Supremo 5203, promulgado en 2022, establece prohibiciones estrictas sobre la quema de pastizales en áreas rurales, una práctica que, según el gobierno, contribuye significativamente a los incendios forestales en Bolivia. El decreto busca reducir el riesgo de desastres ecológicos, especialmente en regiones con alta vulnerabilidad a incendios, como el Beni y Santa Cruz.
Por su parte, el Decreto Supremo 5225 introduce restricciones para la expansión agrícola, limitando el uso de nuevas tierras para cultivos en áreas protegidas y zonas de riesgo medioambiental. La normativa tiene como objetivo la protección de la biodiversidad y la prevención de la deforestación indiscriminada.
IMPACTO EN LOS AGRICULTORES
Los agricultores de la región, que dependen de la quema controlada de pastizales para renovar los suelos y preparar la tierra para la siembra, consideran que estas normativas limitan gravemente sus actividades productivas.
«Estamos en un punto crítico, si no podemos sembrar, nuestras familias no tendrán sustento», agregó Ortega, subrayando la urgencia de un diálogo con el gobierno.
El bloqueo afecta la conectividad vial en importantes rutas del Beni, impidiendo el paso de vehículos y mercancías en áreas clave para la economía local. Las federaciones campesinas han advertido que mantendrán la medida de presión hasta que sus demandas sean atendidas por las autoridades nacionales.
El gobierno, hasta el momento, no ha emitido un pronunciamiento oficial sobre el conflicto, aunque se espera que busquen una solución a través del diálogo en las próximas horas. Mientras tanto, la movilización mantiene en vilo a la región, generando preocupación en diversos sectores productivos y sociales.