LOS «NIETOS DEL 21060»

Abr 6, 2025

Por Lic. Freddy Javier Aguilar Rodríguez

Comunicador Social

Han pasado 40 años de la promulgación del Decreto Supremo 21060, con lfREDDYaGUIOLK frase de “Bolivia se nos muere” del cuatro veces presidente Víctor Paz Estenssoro, uno de los personajes más controvertidos de la historia de Bolivia. Su imagen iba entre proyector de dictador fascista, demócrata, neoliberal y estadista. Hablar de Víctor Paz será tema de otra columna, ahora me enfocaré en los “nietos del 21060”.

Como una luz de esperanza de solución a la crisis económica del país que se vivía en la década de los 80, el MNR llegó al Gobierno pese haber obtenido el segundo lugar en la votación. La primera fuerza política de ese entonces era Acción Democrática Nacionalista (ADN). Esa elección, si la memoria no me falla, fue la primera que se votaba en la papeleta multicolor y multisigno, hasta esta elección cada partido llevaba sus papeletas de voto por separado.

Después de la violenta e histórica “Marcha por la vida” había un nuevo debate ideológico, cuánto podía penetrar el neoliberalismo en el pensamiento de los bolivianos, cómo afectaría en el sector más combativo y revolucionario del país a los compañeros mineros.

Los operadores políticos del MNR no se cansaban de decir que uno debía convertirse en empresario para poder progresar y que ya no se debía ver al Estado   como una fuente de empleos, que era mejor vender salchipapas en la esquina que trabajar en un ministerio.

Con la llamada “relocalización” de los mineros (relocalizar a las personas en su función y lugar en la economía del país), se indemnizó a miles de mineros que de la noche a la mañana se vieron con dinero en efectivo en sus manos, pero sin un futuro seguro.

En muchos casos, se gastaron el dinero en fiestas, otros compraron minibuses, miles de familias dejaron de vivir en los centros mineros para irse a las zonas periféricas de las ciudades, especialmente a El Alto, en el departamento de La Paz. Una minoría se organizó y comenzó a formar cooperativas mineras, trabajaban en condiciones infrahumanas, ellos buscaban sus propios mercados.

Los mineros que se consideraban la vanguardia de la clase obrera, con una conciencia de clase a toda prueba, que eran el sostén del Estado se habían convertido en transportistas y cooperativistas mineros. La pregunta de si el neoliberalismo afectó en la forma de pensar, actuar y conceptualizar el mundo en los bolivianos, ahora tiene una respuesta: SÍ AFECTÓ.

Tristemente, el sector más revolucionario de la población boliviana, los mineros, se convirtió en la semilla de los dos sectores más prebendales de la actualidad que nos tienen amenazados. Los otrora mineros se convirtieron en una especie de niños caprichosos; si el Gobierno, cualquiera que sea, no les favorece, bloquean al país, inmovilizando a un país, vivimos a su capricho.

Por otro lado, las cooperativas mineras están destruyendo aceleradamente los ríos de todo el país, áreas de cultivo están siendo afectadas, en la amazonia está la destrucción de bosques con químicos, si alguna autoridad pretende regularla entra en desgracia o simplemente la gestión de gobierno está en riesgo.

Seguramente los combativos mineros de los 80 se avergüenzan de sus nietos, porque de ser la vanguardia de los sectores sociales, ahora se han convertido en lo más conservador del país.