EN 2026 DISMINUIRÁ UNA CUARTA PARTE LA COPARTICIPACIÓN MUNICIPAL

Nov 1, 2025

El anuncio de la Asociación de Municipalidades de Bolivia revela una reducción del 24,31 % en los recursos del Impuesto Directo a los Hidrocarburos para los 335 municipios bolivianos, lo que pone en tensión la capacidad de inversión local.

En una alerta que resuena en los gobiernos municipales de Bolivia, la Asociación de Municipalidades de Bolivia (AMB) informó que los fondos del Impuesto Directo a los Hidrocarburos (IDH) destinados a los 335 municipios caerán a 1.398,8 millones de bolivianos en 2026, lo que representa una disminución del 24,31 % respecto al año anterior.

El director ejecutivo de la AMB, Alfonso Lema, explicó que esta caída se fundamenta en el techo presupuestario que el Gobierno proyectó para el próximo ejercicio. Según el análisis, los ingresos del Estado para 2026 se establecieron en 10.549,5 millones de bolivianos —de los cuales 8.908,3 millones provendrían de la coparticipación tributaria, 1.398,8 millones del IDH y 242,5 millones de patentes forestales y regalías mineras.

Para las ciudades capitales y la municipalidad de El Alto, el reparto prevé un techo de 4.988 millones de bolivianos para 2026: 4.272 millones por coparticipación tributaria, 667 millones por IDH y 49 millones por recaudación propia.

La lectura desde los gobiernos locales es preocupante. En particular, el municipio de Santa Cruz recibiría 121,5 millones de bolivianos, cifra que lo coloca como el más impactado en términos absolutos por la caída de los recursos ligados al gas. En tanto, otros municipios como La Paz (65,48 millones), El Alto (76,68 millones), Cochabamba (62,16 millones) y Potosí (36,32 millones) también figuran entre los más afectados.

Desde la AMB se menciona que el planteamiento del nuevo gobierno —incluido en la fórmula de reparto 50/50 entre Estado nacional y municipios— resulta “atractivo en el papel”, pero difícil de aplicar sin una reestructuración profunda. Lema señaló que será necesaria una “agenda de trabajo” con el Ejecutivo entrante para abordar temas pendientes como el pacto fiscal y los instrumentos de planificación estratégica municipal.

El efecto inmediato de esta reducción será un recorte directo en la inversión de servicios básicos, infraestructura, desarrollo local y mantenimiento de las políticas públicas municipales. Los alcaldes enfrentan hoy el doble desafío de asegurar la continuidad de obras y al mismo tiempo adecuarse al nuevo límite presupuestario que implica la caída del IDH.