El presidente del Senado cuestionó la intención del mandatario electo Rodrigo Paz de permitir el regreso de la DEA, advirtiendo que Bolivia debe confiar en sus propias instituciones de seguridad.
El presidente de la Cámara de Senadores, Andrónico Rodríguez, expresó su preocupación por las declaraciones del presidente electo, Rodrigo Paz, quien anunció la posibilidad de que la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA) vuelva a operar en territorio boliviano. Según Rodríguez, esta decisión representaría una pérdida de autonomía en las políticas de seguridad interna y una desvalorización del trabajo que realizan las instituciones nacionales.
En declaraciones ofrecidas a los medios, el legislador calificó de “negativa” la intención de recurrir a la DEA y sostuvo que hacerlo sería “autosubestimarse como país”. Explicó que la cooperación internacional puede ser necesaria en temas financieros o comerciales, pero no cuando se trata de entregar la conducción de la seguridad nacional a organismos externos.
Rodríguez manifestó que Bolivia ha desarrollado, durante los últimos años, estructuras propias para combatir el narcotráfico, con unidades especializadas que operan en todo el territorio y que deben ser fortalecidas, no reemplazadas. “Es mejor fortalecer nuestras instituciones antes que abrir la puerta a organismos que vendrán a imponer su forma de actuar y a comandar a nuestras fuerzas del orden”, señaló.
El presidente del Senado recordó que la DEA fue expulsada en 2008, durante la gestión de Evo Morales, luego de acusaciones de injerencia en asuntos internos. Dijo que ese episodio dejó una enseñanza sobre los riesgos que implica ceder control sobre la seguridad del Estado. Por ello, insistió en que cualquier colaboración internacional debe darse en el marco del respeto a la soberanía nacional.
Las palabras de Rodríguez se producen en medio de un debate político que divide opiniones. El presidente electo, Rodrigo Paz, aseguró que Bolivia retomará relaciones diplomáticas con Estados Unidos para “abrirse al mundo” y reinsertarse en el escenario internacional. Dentro de esa política de apertura, mencionó la posibilidad de recibir asistencia técnica y apoyo en materia de seguridad de agencias como la DEA.
Mientras algunos sectores consideran que una cooperación en temas de narcotráfico podría mejorar la efectividad de las operaciones, otros —principalmente afines al bloque evista— expresaron su rechazo, argumentando que la presencia de organismos extranjeros siempre implica un riesgo de subordinación.
Rodríguez insistió en que la prioridad del Estado debe ser fortalecer la capacidad operativa y técnica de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (Felcn), dotándola de mayores recursos humanos, equipamiento y formación. Según el senador, solo de esa manera se podrá garantizar una lucha efectiva contra las organizaciones criminales sin depender de potencias extranjeras.
