El ministro de Minería y Metalurgia, Alejandro Santos, luego de sostener una reunión con representantes de las cooperativas mineras auríferas, aseguró en las últimas horas que acelerará los contratos de los cooperativistas mineros auríferos en las áreas rurales ante el pedido de sus compañeros en ese sentido, informó la Agencia de Noticias Ambientales (ANA).
“Lo que yo he pedido en plena reunión conjuntamente con nuestros presidentes, que sus contratos, sus peticiones sean en los lugares, en las áreas rurales, que no sean áreas protegidas, que no sean parques nacionales, ahí vamos a acelerar”, sostuvo el titular de esa cartera de Estado.
Santos, que fue posesionado el 5 de marzo de este año como responsable del Ministerio de Minería y Metalurgia, en lugar de Marcelino Quispe, fue promovido por la Federación Nacional de Cooperativas Mineras de Bolivia (Fencomin), entidad matriz que acoge a los productores auríferos del país.
Desde el 2020 (durante el Gobierno de Jeanine Añez), Santos Laura fue sugerido por la Federación Nacional de Cooperativas Mineras Bolivia (Fencomin) para que asuma como titular en el Ministerio de Minería. Este pedido también fue permanente durante los primeros años de gestión del presidente Arce.
El sector cooperativista, en especial el ligado a la explotación de oro, protagonizó el año pasado varias jornadas de protestas violentas en demanda de menos impuestos y la asignación de nuevas áreas de operación en zonas protegidas.
¿Libertad para la depredación?
Inclusive el alto funcionario aseguró que, ante la demanda de los presidentes de las cooperativas mineras en sentido de liberar áreas (rurales), revisará la posibilidad de hacerlo conjuntamente con ejecutivos de la Corporación Minera de Bolivia (Comibol).
“Si bien el contexto desemboca en la no otorgación de contratos en áreas protegidas por parte del Ministerio de Minería y Metalurgia, dichos contratos afectarían igualmente áreas rurales sin considerar que allí existen pueblos y territorios indígenas, Tierras Comunitarias de Origen (TCO), acuíferos, flora y biodiversidad, entre otros elementos de la naturaleza”, indica en su reporte la ANA.
Cabe recordar que en áreas protegidas o no, las actividades mineras provocan consecuencias dañinas en las aguas subterráneas, la perforación y excavación suelen entrar en contacto directo con los acuíferos, con el peligro de contaminación que esto implica, acidifican el agua y todo ello es susceptible a causar debilidad, hemorragias y muerte a los organismos intoxicados.
Según un reporte de EL DEBER, las zonas donde se explota el oro inician en los Yungas, de La Paz, por donde atraviesan los ríos Beni, Kaka y Tuichi. Existen áreas protegidas afectadas por esta extracción, como el Madidi y el Pilón Lajas, ambos parques nacionales. Uno de los ríos más afectados es el río Madre de Dios, donde se estima que operan 600 dragas.
Vía El Deber