El mandatario boliviano asegura que la condicionalidad del FMI es «asfixiante» y que su gobierno sigue apostando por un modelo económico propio.
En una reciente entrevista con Diario Red, el presidente Luis Arce reafirmó su postura de no acudir al Fondo Monetario Internacional (FMI) para enfrentar la situación económica que atraviesa Bolivia. Arce destacó que los créditos del FMI están sujetos a condiciones que considera «asfixiantes» y que no comprenden las particularidades económicas de cada país.
“No vamos a acudir al FMI”, enfatizó el Primer Mandatario. Arce explicó que el problema con el FMI radica en las “condicionalidades” que imponen a los países prestatarios.
Según él, el FMI exige cumplir con determinadas metas económicas trimestrales sin tener en cuenta las características únicas de cada nación, lo que puede agravar en lugar de resolver los problemas económicos.
El presidente Arce comparó la situación con el gobierno de Alberto Fernández en Argentina, donde el acuerdo con el FMI llevó a un deterioro económico acelerado.
“Estas condicionalidades, en lugar de resolver los problemas, los agravan. Creen que es lo mismo aplicar una receta en América Latina o en África, pero no es lo mismo. Incluso hay diferencias entre los países de la región”, subrayó.
Arce defendió el Modelo Económico Social Comunitario Productivo, implementado en 2009, el cual, según él, ha logrado reducir la pobreza, garantizar estabilidad económica y consolidar la industrialización con sustitución de importaciones.
“Cuando estuvimos en el mejor momento económico fue porque no firmamos nada con el FMI, desplegamos nuestra propia política económica sin tener que rendir cuentas a los organismos internacionales”, justificó.
A pesar de las críticas al pasado, el presidente también reconoció problemas actuales relacionados con los hidrocarburos, que, según él, se deben a errores del gobierno anterior. Arce señaló que la nacionalización de los hidrocarburos no se mantuvo adecuadamente, ni se invirtió en la exploración necesaria para garantizar la continuidad del sector.
En lugar de recurrir al FMI, el gobierno boliviano está explorando otras vías de financiamiento, enfocándose en temas medioambientales y en la protección de la Amazonía.
“Nos estamos abriendo a nuevos tipos de financiamiento”, afirmó Arce, añadiendo que hasta ahora no se han recibido recursos por estos temas.
Además, el presidente Arce denunció que hay créditos por más de 1.000 millones de dólares en espera de aprobación en la Asamblea Legislativa Plurinacional (ALP), lo que él atribuye al “estrangulamiento de la economía boliviana por intereses políticos de la derecha y del evismo”. Según Arce, el estancamiento de estos créditos está afectando la disponibilidad de divisas en el mercado nacional.