Para industrializar el litio, la estatal Yacimientos de Litio Bolivianos (YLB) firmó dos contratos: uno con la empresa rusa Uranium One Group y otro con el consorcio chino Hong Kong CBC para la implementación de dos plantas de producción de carbonato de litio grado batería.
El presidente Luis Arce defendió la industrialización del litio y advirtió que «el tiempo del litio se nos puede escapar de las manos» debido al surgimiento de nuevas tecnologías.
Esto ocurre en medio del rechazo de algunos sectores cívicos y políticos a los contratos que deben ser aprobados en el Legislativo.
“El litio es de nosotros los bolivianos y queremos industrializarlo para beneficiar a nuestros propios hermanos y hermanas bolivianas. Nosotros queremos avanzar de buena manera porque hay riesgos que enfrentamos, riesgos que tienen que ver con el avance de la tecnología. El tiempo del litio se nos puede escapar de las manos, cuidado que mañana ya aparezcan las baterías de hidrógeno, de sodio y reemplacen al litio como una fuente fundamental de electricidad”, alertó el mandatario.
Desde el municipio de Uriondo, donde participó del XVI aniversario de la Asociación Departamental de Regantes y Sistemas Comunitarios de Agua Potable de Tarija, Arce aseguró que su gobierno tiene el objetivo de acelerar el proceso de industrialización, pero denunció que existen intereses externos que buscan frenarlo.
FIRMAS DE COTRATOS
Para industrializar el litio, la estatal Yacimientos de Litio Bolivianos (YLB) firmó dos contratos: uno con la empresa rusa Uranium One Group para montar una industria y producir 14.000 toneladas de carbonato de litio al año en el salar de Uyuni, con una inversión superior a los $us 970 millones; y otro con el consorcio chino Hong Kong CBC para la implementación de dos plantas de producción de carbonato de litio grado batería, con capacidades de 10.000 y 25.000 toneladas anuales y una inversión de $us 1.030 millones.
Este último contrato fue aprobado en la Comisión de Economía Plural, pero su tratamiento en la Cámara de Diputados fue paralizado debido al rechazo de organizaciones potosinas y la decisión del Gobierno de socializar el acuerdo.
El presidente de la Cámara de Diputados, Omar Yujra, explicó que ambos contratos no serán abordados hasta que concluya el proceso de socialización.
«Lamentamos mucho la desinformación que se está suscitando no solamente en la región potosina, sino a nivel nacional. Por esa razón, hemos decidido no tratar estos dos proyectos de ley hasta que se continúe con la socialización», indicó Yujra en conferencia de prensa.
POLITIZACIÓN
El presidente de YLB, Omar Alarcón, denunció que opositores politizan los contratos para industrializar el litio, afirmando que estos son «constitucionales, legales y totalmente factibles».
Explicó que los contratos fueron revisados por diversas instancias gubernamentales y que la producción será fiscalizada por la empresa estatal para garantizar su soberanía.
El Gobierno boliviano enfatizó que la soberanía sobre el litio y los recursos presentes en los salares está plenamente garantizada, asegurando que los beneficios derivados de su explotación favorezcan directamente al país y su desarrollo industrial.

