LA MAGNITUD DE LA DESTRUCCIÓN EN GAZA REFLEJA LA BRUTALIDAD DE ISRAEL

Sep 23, 2024

Por Mahmoud Elalwani,

Embajador del Estado de Palestina en Bolivia

El alcance de la destrucción en la Franja de Gaza por parte de la maquinaria de guerra israelí, es enorme. Desde el comienzo todo apunta a que su fin es destruir las infraestructuras, las instalaciones de producción y todas las necesidades de la vida para hacer que la Franja no sea apta para vivir y para empujar a los palestinos al desplazamiento.

La agresión israelí, que la Corte Internacional de Justicia describió como genocidio, se ha producido sobre una Franja de Gaza agotada en su estructura económica tras el asedio israelí impuesto a Gaza desde el año 2007 y tras el lanzamiento de cuatro grandes operaciones militares a gran escala durante los últimos 17 años, ha desencadenado un aumento sin precedentes de las tasas de pobreza y desempleo tras su destrucción y después de que se hayan eliminado los componentes necesarios para el normal desarrollo.

Las estimaciones internacionales sobre la reconstrucción de la Franja de Gaza consideran que ésta llevará 15 años, lo que refleja la magnitud de la gran catástrofe que está experimentando la sociedad palestina. Como resultado de casi de un año de genocidio en Gaza se contabilizan cifras insoportables: 41.252 muertos, 95.500 heridos y más de 10.000 desaparecidos en Gaza y en Cisjordania ha causado 706 muertos, 5750 heridos y 12.000 detenidos. En esta guerra han asesinado a 16.795 niños palestinos en Gaza y 159 niños en Cisjordania, de los cuales 171 eran recién nacidos, 710 menores de un año y 36 niños debido a la hambruna; 19.000 niños perdieron a uno o ambos padres, 3500 podrían morir debido a la desnutrición, 11.500 estudiantes han sido asesinados y 17.000 han sido separados de sus padres, sin contabilizar los miles de heridos y discapacitados.

Los niños supervivientes de Gaza están ocupados en sobrevivir, recogiendo leña en lugar de ir a la escuela o de jugar porque no hay electricidad ni gas para cocinar; las escenas de niños vendiendo artículos sin valor a los lados de las carreteras revelan el alcance de la pobreza extrema que sufren los habitantes de la franja. Lo que estamos viendo en Gaza en términos de destrucción masiva es propio de una película de terror. Las necesidades básicas como el agua potable y el pan se han convertido en sueños después de 11 meses de guerra, ya que los residentes carecen de las necesidades más básicas de la vida. Esta terrible situación se ve agravada por una sensación de miedo e inseguridad, así como por la incapacidad para poder comunicarse con familiares que puedan estar desaparecidos o muertos.

Los trabajadores humanitarios se enfrentan a enormes dificultades para entregar ayuda debido los obstáculos del ejército de ocupación y se ven expuestos a graves riesgos mientras desempeñan su trabajo; los vehículos de las Naciones Unidas y de las organizaciones humanitarias están expuestos a bombardeos, tal como ocurrió en agosto con el Programa Mundial de Alimentos cuando su vehículo fue objeto de las balas del ejército israelí que causó la muerte de siete voluntarios y de 214 empleados de la agencia de las NN.UU., la UNRWA.

La comunidad internacional no puede ni debe aceptar seguir ignorando los principios básicos del derecho internacional, especialmente la protección de los civiles inocentes. Permitir que Israel continúe con sus ataques contra la Franja de Gaza e ignorar el derecho internacional, es totalmente inaceptable.

Los ataques continuos contra instalaciones y organizaciones internacionales y de la ONU sin disuasión ni rendición de cuentas, constituyen una violación flagrante del derecho internacional. Se debe poner fin de inmediato a los crímenes y violaciones que sufren las personas inocentes en los territorios palestinos ocupados. La situación refleja la incapacidad del actual sistema internacional para defender sus principios y valores de forma no selectiva, amenazando su credibilidad y sostenibilidad y requiere que el Consejo de Seguridad de la ONU cumpla su función. La comunidad internacional debe hacer más esfuerzos para garantizar y restaurar los derechos básicos robados al pueblo palestino en lugar de dar discursos sobre los valores de los derechos humanos.