Los recientes bloqueos de caminos en Bolivia afectaron gravemente la distribución de combustibles en el país, generando sobredemanda y temor en la población. Las largas filas en las estaciones de servicio reflejan el desabastecimiento temporal provocado por estas interrupciones.
Ante esta situación, el Gobierno nacional puso en marcha un plan de emergencia para restablecer el abastecimiento de gasolina y diésel en todo el país.
Según el ministro de Hidrocarburos y Energías, Alejandro Gallardo, realizan esfuerzos logísticos para habilitar los caminos y normalizar la distribución en los próximos días. “Estamos realizando todas las acciones necesarias para regularizar la distribución de combustibles”, aseguró el ministro.
La falta de combustibles ha llevado a una sobredemanda y actividades especulativas, en las que personas aprovechan la coyuntura para generar agio.
Esto ha contribuido a que el combustible se agote rápidamente en las estaciones de servicio, intensificando la escasez temporal. Gallardo explicó que «todos quieren andar con tanque lleno, lo que nos genera una sobredemanda y especulación en las estaciones de servicio».
Para afrontar la situación, el Gobierno mantiene la terminal de descarga de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) en Arica, Chile, como el principal punto de ingreso de combustibles al país.
Aunque las condiciones climáticas en la región han dificultado las operaciones, se espera que una ventana favorable permita una nueva descarga este sábado, lo que contribuirá a reestablecer el suministro en las zonas más afectadas.
Además, como medida preventiva, el Gobierno ha habilitado rutas alternativas de abastecimiento desde Perú, Paraguay y Argentina. Estas acciones buscan garantizar el acceso a combustibles en caso de nuevas interrupciones.
El Gobierno reiteró su compromiso con la normalización de la provisión de combustibles y exhortó a la población a evitar filas innecesarias y confiar en las acciones tomadas para resolver la situación lo antes posible.