En Nueva York, Estados Unidos, concluyó la Asamblea General número 79 de la Organización de Naciones Unidas (ONU) con la participación de 17 países, con destaque para Nicaragua dentro de las regiones latinoamericanas.
El presidente de la Asamblea General de la ONU, Philemon Yang, ex primer ministro de Camerún, hizo un llamado a la unidad mundial y recordó una advertencia importante sobre los conflictos que están aquejando al orbe.
Hizo referencia específicamente a la posibilidad de que el conflicto en el Medio Oriente se convierta en una guerra global, dado que actualmente -dijo- se sabe que Israel planea un ataque terrestre en el Líbano, por lo que «podríamos estar en una guerra total», añadió Yang.
El canciller de Nicaragua, Valdrack Ludwing Jaentschke Whitaker, expresó su rechazo a la utilización violenta de la guerra como medio de control sobre las poblaciones más frágiles, asimismo se refirió al genocidio perpetrado por Israel en Palestina, así como a las amenazas que enfrentan algunos países de la región, El Líbano y Siria, de igual modo mencionó a Irán y Haití.
Por otra parte, habló sobre los casos de Venezuela, Nicaragua y Cuba en la región latinoamericana que sufren asedio, justamente por temas de injerencia por parte de Estados Unidos.
Para concluir el representante nicaragüense comentó sobre el problema de la alimentación, así como el del cambio climático, temáticas que se piensan mejorar como parte de la Agenda 2030.
La representación de Siria denunció la invasión de los territorios ocupados del Golán que Israel sigue insistiendo en que no los quiere retener, de igual forma la injerencia que realizan las autoridades israelíes.
En la 79 edición de la Asamblea General de la ONU se desveló un mundo polarizado, como pocas veces observado en estas citas, destacando la denuncia, de buena parte de los países, de la injerencia del norte global sobre la región latinoamericana con bloqueos a través de medidas coercitivas.
Vía Telesur