Pese a las dificultades, Bolivia logró ubicarse como la tercera economía de mayor crecimiento en la región, solo detrás de Paraguay, que lideró con un 4,56%, y Brasil, con un 2,90%.
La economía boliviana creció un 2,58% en el primer semestre de 2024 en comparación con el mismo período del año pasado, posicionándose como la tercera de mayor expansión en la región, según el Instituto Nacional de Estadística (INE). Este resultado representa una mejora de 1,27 puntos porcentuales frente a la tasa registrada en el primer semestre de 2023.
El Presupuesto General del Estado (PGE) de 2024 proyecta una meta de crecimiento del 3,71% para todo el año, y aunque aún queda un tramo por recorrer, los resultados al primer semestre son alentadores, con sectores clave mostrando un desempeño positivo.
Entre las actividades que más impulsaron este crecimiento económico destacan electricidad, gas y agua, con un incremento del 6,91%, especialmente por un aumento del 8,08% en la generación de energía eléctrica. Otros servicios, como los comunales, sociales y personales, crecieron un 6,72%, impulsados por el auge de restaurantes y hoteles, que registraron alzas del 7,45% y 5,78%, respectivamente.
Los establecimientos financieros también contribuyeron significativamente con un crecimiento del 4,72%, impulsado por el dinamismo en los servicios financieros, que crecieron un 5,32%.
Sin embargo, no todos los sectores mostraron cifras positivas. La producción de petróleo crudo y gas natural cayó un 12,14% debido a una menor extracción de gas, lo que refleja uno de los retos persistentes para la economía del país. Este desempeño negativo contrasta con las tasas positivas de otros sectores, evidenciando la necesidad de una diversificación económica más robusta.
Pese a las dificultades, Bolivia logró ubicarse como la tercera economía de mayor crecimiento en la región, solo detrás de Paraguay, que lideró con un 4,56%, y Brasil, con un 2,90%. “Esto demuestra que, a pesar de encontrarnos en un entorno externo claramente adverso, con una inflación elevada a nivel regional y una crisis climática global, el desempeño económico de nuestro país se sitúa entre los mejores de la región”, destacó el INE en su informe.
En términos de gasto, el consumo final de los hogares e Instituciones Privadas Sin Fines de Lucro (IPSFL) creció un 2,52%, reflejando un comportamiento sólido del consumo interno. Por otro lado, el consumo final de la administración pública mostró una variación más moderada del 1,54%.
El contexto internacional adverso también se ha hecho sentir en las importaciones de bienes y servicios, que cayeron un 21,25%, y en la formación bruta de capital fijo, que registró una disminución del 8,12%. Las exportaciones, por su parte, presentaron una caída acumulada del 3,85% al segundo trimestre de 2024, aunque esta disminución fue menor que la del primer trimestre gracias a la recuperación del sector soyero, que se vio afectado anteriormente por un desfase en el calendario agrícola debido a la crisis climática mundial.
Este panorama mixto de crecimiento y desafíos destaca la resiliencia de la economía boliviana en un contexto global complicado, pero también subraya la necesidad de seguir impulsando sectores estratégicos y enfrentando las vulnerabilidades estructurales que persisten.